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lunes, 17 de octubre de 2011

Culturismo...

Siempre he pensado que la frase de mens sana in corpore sano no acaba de ser demasiado verdadera, ojo, con eso no quiero decir que no necesitemos cuidar nuestro cuerpo o nuestra mente, simplemente que la mayoría de la gente no suele aplicar ambos factores, al menos al mismo tiempo.

Para darse cuenta basta con darse una vuelta por cualquiera de los gimnasios que pueblan nuestras ciudades y ver que no es que estén llenos de Premios Nobel en potencia...aunque bueno si Obama fué premio Nobel de la Paz a saber...ya tienes que ser malo malísimo para que te mate un Nobel de la Paz, pero claro el subcampeón mundial del escondite lo fué (Carmen San Diego sigue ostentando el primer puesto).

De primeras ya cuando uno va a apuntarse al gym ya parece que las neuronas se pongan en modo "ahorro de energía" y no te acompañen. "Sí, hola me gustaría apuntarme al gimnasio, pero no quiero ponerme mazas.." No quiero ponerme mazas, claro, es que como todos sabemos en estos lugares de culto tienen una máquina que en dos días, tres a lo sumo, hacen que pases de ser Steve Urkel a Gobernator...haces bien en avisar previamente..."ah bueno caballero entonces eso me ayuda a hacerle un plan específico para que no se convierta en una máquina de matar..."

Una vez especificas tu condición sine qua non, para los de la LOGSE estramonio, para poder apuntarte procedes a, por supuesto, equiparte para poder entrenar, eso implica renovar por completo tu vestuario deportivo, porque imagino que los pantalones cortos que usabas en gimnasia ya no te deben ir muy holgados y esa camiseta de Naranjito pues como que no...

Ahora ya estás listo para entrar a entrenar o eso crees. Una vez entras en la sala de musculación te das cuenta que estas más perdido que Jorge Javier Vázquez en un programa de Intereconomía...miras a tu alrededor buscando ayuda y solo ves orcos de tamaño armario con las puertas abiertas con cara de necesitar urgéntemente All Bran. Te diriges a uno de ellos que lleva un ¿polo? de monitor y le dices "hola, mira que soy nuevo y no se que hacer, ¿me puedes ayudar?" el sujeto te mira de arriba a abajo con una mirada de "normal que no sepas que hacer..." y te da un programa de ejercicios, es decir una hoja fotocopiada por las dos cara donde aparecen nombres en hebreo antiguo que supuéstamente se corresponden con esas máquinas inquisitorias que te rodean que parecen sacadas de la mente de Edgar Allan Poe, para los de la LOGSE uno que escribía historias de miedo a lo Crepúsculo, con una serie de números que, al parecer, corresponde a las veces que tienes que repetir un ejercicio...ahí finaliza el apoyo moral que te ofrecerán, disfrútalo.

Total que decides sentarte en una máquina que dudas que sea el Garrote Vil, el Potro de tortura o que... y ves que tu vecino ha puesto el peso en modo dios y claro, lo normal, las neuronas de vacaciones porque supuéstamente no las voy a necesitar, la testostenora ocupa su lugar "si ese que tiene el cuerpo forjado de cuero y acero puede yo con mi cuerpo danonino tirando a cuajada también" primera lección del culturismo, si pones más peso del seas capaz de contar la máquina se convierte, de verdad, en la del Garrote Vil, la cual siempre viene acompañada de la segunda lección...DOLOR.

Tras arrastrarte por toda la sala de torturas llegas a un lugar extraño, con un enorme espejo, y decenas de orcos levantando pesas mirándose al espejo...en ese momento te asalta la primera duda, ese espejo, ¿es como el de la madrastra de Blancanieves?..."espejito, espejito quien es el más machote del gimnasio?" y esta el tema como para contestarle que no...vamos a mi uno me preguntó "¿Qué tal?" "Como usted quiera que esté...bien, pues bien, mal pues mal...no vamos a discutir por eso" total que la testosterona (como te odio) vuelve a actuar y decide que me meta en medio de esa horda y coja un par de pesas y mientras me miro lastimosamente al espejo le digo "espejito, espejito por favor no me digas quien es el más patético del lugar...creo que tengo una ligera idea".

Y cuando crees que por fin se acabo la pesadilla, te diriges a las duchas...las duchas... desde Auschwitz que no tenían una connotación tan negativa. Llegas al lugar y ves cuerpos esculturales desnudos, chocándose las manos, riendo a carcajadas y ves como tu masculinidad se escurre lentamente por el mismo lugar que el agua...y empiezas a pensar, mentira, las neuronas siguen a lo suyo...empiezas a sentir que para ser todos tan grandes, tan machos, viriles...el ambiente es un poco...pues eso, ambiente...así que decides irte al rincón ducharte más rápido de lo que le cuesta a Falete desayunar...por cuarta vez y huir hacia el exterior donde te espera la recepcionista con una sonrisa en la boca, mezcla de sarcasmo, mezcla de "ángel mio donde te creías que te metías" y te pregunta "¿qué tal el primer día?" a lo cual solo puedes murmurar "bien, seguro que mañana mucho mejor" ¡¡¿mejor?!! malditas neuronas volver a vuestro puesto de trabajo. Al menos cumplo con mi intención inicial y sigo sin estar mazas.

PD: Se que le prometí a dos seres deshubicados que la entrada versaría sobre las fiestas de la Virgen del Pilar a las que acudimos pero como compensación os dejo lo mejor de todas las fiestas...la portada del Heraldo de Aragón del día 12 de Octubre, digamos que se trata de una portada...atípica...o eso, o es que tenemos la mirada sucia...



Sed buenos o disimular.




2 comentarios:

  1. Como nos tienes a dos velas, he releido unos cuantos... Juas.

    Dale a la pluma, "pan francés"(vaguete).jaja

    MoN

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  2. Ivancete!!!
    Creo que conozco a los dos desubicados... Uno te aseguro que sigue igual y él otro no lo sé porque hace semanas que no le veo...pero juraría que lo mismo.
    El año que viene a ver si volveis y me apunto a las desubicadas...
    Besets!

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